El ácido caprílico es un nutriente de origen natural también conocido como ácido octanoico. El ácido caprílico es un ácido graso de cadena media (MCT) que se encuentra de forma natural en el aceite de coco y la leche materna.

Vital para problemas de memoria y concentración.

El ácido caprílico se considera uno de los remedios naturales de mayor potencial en la prevención y tratamiento de la (candidiasis). Esta grasa actuaría disolviendo la membrana celular de los hongos inhibiendo su crecimiento. Esto se traduciría en una atenuación de la virulencia de la Candida albicans y otros hongos y levaduras que producen infecciones como han demostrado algunas investigaciones recientes.

Una de las aplicaciones más destacadas y frecuentes del ácido caprílico es como remedio antifúngico y bactericida. Por este motivo es un ingrediente muy común en preparados farmacéuticos.

Favorece el correcto pH del estómago contribuyendo a reducir la acidez. El correcto pH a nivel gástrico previene la aparición de problemas digestivos y favorece la correcta asimilación de nutrientes y, consecuentemente, refuerza nuestro sistema inmunitario.
Reduce el riesgo de problemas cardiocirculatorios. La acción inhibidora de la acumulación de grasa ayuda a prevenir enfermedades circulatorias y del corazón.
Atenúa las inflamaciones del aparato digestivo. El efecto antiinflamatorio de los ácidos grasos de cadena media como el ácido caprílico podrían atenuar los síntomas de enfermedades a cargo del sistema digestivo como la enfermedad de Crohn que se caracteriza por ser un trastorno inflamatorio intestinal.
Atenua la frecuencia de las convulsiones en personas con epilepsia. De momento, se han llevado a cabo estudios en ratones que indican que el ácido caprílico tendría efectos anticonvulsivos agudos.
Previene y atenúa los problemas causados por hongos. La acción antifúngica del ácido caprílico es una de las más estudiadas por su acción en el tratamiento de infecciones provocadas por el sobrecrecimiento de hongos y bacterias.